lunes, 17 de diciembre de 2012

El músico a prueba de balas (III): El estudio consciente


¿Cuál es la alternativa al estudio automático? El estudio consciente.

El estudio consciente es estudio sistemático con objetivos, enfocado a solucionar problemas, en lugar de un estudio mecánico por ensayo-error. Se trata de un proceso de experimentación con hipótesis y objetivos, e implica tomarse un tiempo para parar, analizar cuál es el problema, por qué ocurre y cómo puede ser corregido permanentemente.

Es un proceso lento, e implica repetición de fragmentos muy pequeños, en lugar de tocar piezas completas: por ejemplo, estudiar solo la primera nota de un solo para asegurarnos de que la tocamos exactamente de la manera que queremos, en lugar de tocar la frase entera.

Además, implica la valoración de nuestros resultados (bien directamente, bien mediante grabaciones), buscando continuamente nuevas formas de mejorar. Esto significa escuchar realmente lo que ocurre, para poder establecer exactamente dónde están los fallos.

Por ejemplo: ¿estaba la primera nota afinada? ¿Estaba alta o baja? ¿Demasiado fuerte? ¿Demasiado larga? 

Digamos que la nota estaba alta y era demasiado larga, e insuficientemente acentuada.  

Bien, ¿estaba muy alta? ¿O solo un poco? ¿Qué duración queríamos exactamente? ¿Qué cantidad de acentuación? 

Digamos que estaba un pelín alta, un pelín demasiado larga y requería un acento más fuerte.  

¿Por qué estaba la nota alta? ¿Qué hicimos para tener este resultado? ¿Cómo nos aseguramos que la nota estará afinada siempre? ¿Cómo lograremos conseguir la duración y acentuación que queremos y que estas sean permanentes? 

Si realizamos algunos cambios y los grabamos, ¿hemos obtenido el resultado deseado?  Si es así, tomemos nota (para no olvidar cómo lo hemos conseguido) y averigüemos qué tenemos que hacer para producir este resultado de forma permanente. Es importante tener un cuaderno de estudio, para recoger nuestros pensamientos, observaciones y anotaciones de todo aquello que descubramos. Si no lo hacemos, será fácil olvidarlo, y dar así un paso atrás por cada dos pasos adelante.

Pocos músicos dedican tiempo a analizar qué falló, por qué ocurrió y cómo corregir el error permanentemente. La clave no es la cantidad de horas dedicadas al estudio, sino el tipo de estudio que realizamos.

¿Impresionado? ¿Es un poquito más intenso que tus típicas sesiones de estudio? Bueno, con el tiempo te acostumbrarás a estudiar de este modo, y comprobarás que es mucho más interesante y gratificante. Además, no tendrás que estudiar tanto tiempo como acostumbras para obtener resultados positivos. 

Estudiar música es un maratón, no un sprint. De la misma manera que se pierde peso de forma más efectiva cuando se cambia el estilo de vida que cuando se adopta una dieta drástica, para estudiar música es mejor un régimen de estudio que sea sostenible cada día.  Por tanto,  una advertencia: no caigas en la tentación de cambiar tus hábitos de estudio de forma brusca: te agotarás y no te quedarán reservas para el día siguiente. Ponte objetivos sostenibles en el tiempo. Como dice el refrán, “lento, pero seguro”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario