¿Cuál es la
alternativa al estudio automático? El estudio consciente.
El estudio consciente
es estudio sistemático con objetivos, enfocado a solucionar problemas, en lugar de
un estudio mecánico por ensayo-error. Se trata de un proceso de experimentación con
hipótesis y objetivos, e implica tomarse un tiempo para parar, analizar cuál es
el problema, por qué ocurre y cómo puede ser corregido permanentemente.
Es un proceso lento, e
implica repetición de fragmentos muy pequeños, en lugar de tocar piezas completas: por ejemplo, estudiar solo la primera nota de un solo para
asegurarnos de que la tocamos exactamente de la manera que queremos, en lugar
de tocar la frase entera.
Además, implica la
valoración de nuestros resultados (bien directamente, bien mediante
grabaciones), buscando continuamente nuevas formas de mejorar. Esto significa
escuchar realmente lo que ocurre, para poder establecer exactamente dónde están
los fallos.
Por ejemplo: ¿estaba
la primera nota afinada? ¿Estaba alta o baja? ¿Demasiado fuerte? ¿Demasiado
larga?
Digamos que la nota estaba alta y era demasiado larga, e
insuficientemente acentuada.
Bien,
¿estaba muy alta? ¿O solo un poco? ¿Qué duración queríamos exactamente? ¿Qué cantidad de acentuación?
Digamos que estaba un pelín alta, un pelín demasiado larga y requería un acento
más fuerte.
¿Por qué estaba la nota
alta? ¿Qué hicimos para tener este resultado? ¿Cómo nos aseguramos que la nota
estará afinada siempre? ¿Cómo lograremos conseguir la duración y acentuación
que queremos y que estas sean permanentes?
Si realizamos algunos cambios y los
grabamos, ¿hemos obtenido el resultado deseado? Si es así, tomemos nota (para no olvidar cómo
lo hemos conseguido) y averigüemos qué tenemos que hacer para producir este
resultado de forma permanente. Es importante tener un cuaderno de estudio, para
recoger nuestros pensamientos, observaciones y anotaciones de todo aquello que
descubramos. Si no lo hacemos, será fácil olvidarlo, y dar así un paso atrás
por cada dos pasos adelante.
Pocos músicos dedican
tiempo a analizar qué falló, por qué ocurrió y cómo corregir el error
permanentemente. La clave no es la cantidad de horas dedicadas al estudio, sino
el tipo de estudio que realizamos.
¿Impresionado? ¿Es un
poquito más intenso que tus típicas sesiones de estudio? Bueno, con el tiempo
te acostumbrarás a estudiar de este modo, y comprobarás que es mucho más
interesante y gratificante. Además, no tendrás que estudiar tanto tiempo como
acostumbras para obtener resultados positivos.
Estudiar música es un maratón,
no un sprint. De la misma manera que se pierde peso de forma más efectiva
cuando se cambia el estilo de vida que cuando se adopta una dieta drástica,
para estudiar música es mejor un régimen de estudio que sea sostenible cada
día. Por tanto, una advertencia: no caigas en la tentación de cambiar tus hábitos
de estudio de forma brusca: te agotarás y no te quedarán reservas para el día
siguiente. Ponte objetivos sostenibles en el tiempo. Como dice el refrán, “lento,
pero seguro”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario